diciembre 11, 2014
Se derrumban las estructuras, se diluyen los miedos, emana el Ser, mi Ser, tu Ser,el de todos, el único que hay. Seres descontracturados, renovados, fortalecidos, envueltos en Luz. Somos Luz, esa Luz primera de donde nació todo. Y lo anterior a la Luz, la nada, y lo anterior a la nada...
Así estamos, ahí estamos. Déjennos solos, no nos molesten. Estamos pariendo un nuevo ser. Déjennos ser, dejémonos ser, permitámonos ser. ¿Ser qué? Ser quienes somos. No nos etiqueten, ni empolven, ni maquillen. No nos restrinjan, es mejor si nos ignoran.
¡Déjennos ser! No presionen, no manipulen, no lastimen. No nos prendan fuego, no nos arrojen piedras. No les sirve de nada, de todas maneras siempre seremos, siempre estaremos por la eternidad. Nunca lo lograron, siempre nos repetimos, siempre renacemos, siempre rejuvenecemos y reformamos, siempre inventamos y reinventamos.
Nunca nos fuimos, siempre estuvimos, ya es hora que Vean, convivamos en Paz.
En agosto 2012 empecé a escribir en un cuaderno. El título fue "Reflexiones" y las primeras palabras "Dios, dame sabiduría". Vuelco las reflexiones en este espacio de luz para compartirlas con vos. Yo las voy ingresando de forma desordenada, pero la fecha en que fue escrita cada reflexión figura debajo del título de cada entrada. Gracias por acompañarme.
jueves, 11 de diciembre de 2014
Transformame en Luz
diciembre 10, 2014
Y los mundos se unen. Y el universo se expande y se expande hasta su máxima expresión, que es infinita y eterna.
Y los gritos y los alaridos de entre las tinieblas son cada vez más fuertes. ¡Acá estoy!, clama la oscuridad. Véme, alumbráme, reconocéme, amáme, que soy parte tuya. No me ignores, sacáme de mi escondite, de esta caverna donde me metiste y me tapaste, me enterraste para no verme, para no enfrentarme.
Acá estoy, soy parte tuya, miráme a la cara, y así, sólo así, lograrás transformarme en tu más leal aliado, en tu maestro y tu alumno.
No me dejes en el olvido porque apareceré una y mil veces disfrazado de bondad, pero seré yo, y lo sabrás porque te haré sufrir hasta que me veas, me mires y me acaricies. Soy vos, soy tu demonio, soy tu otra cara, no reniegues de mí. Sólo tenés que alumbrarme para verme mejor y así transformarme, recrearme.
No te equivoques, no me escondas, soy tu fuerza si te animás a verme sin juzgarme; soy tu motor si te atrevés a mirame a los ojos sin asustarte ni odiarte.
Aceptáme y aceptáte, no te juzgues, no te hieras, no te justifiques, ahora que lograste verme, salváme y salvate, transfromáme en Luz.
Y los mundos se unen. Y el universo se expande y se expande hasta su máxima expresión, que es infinita y eterna.
Y los gritos y los alaridos de entre las tinieblas son cada vez más fuertes. ¡Acá estoy!, clama la oscuridad. Véme, alumbráme, reconocéme, amáme, que soy parte tuya. No me ignores, sacáme de mi escondite, de esta caverna donde me metiste y me tapaste, me enterraste para no verme, para no enfrentarme.
Acá estoy, soy parte tuya, miráme a la cara, y así, sólo así, lograrás transformarme en tu más leal aliado, en tu maestro y tu alumno.
No me dejes en el olvido porque apareceré una y mil veces disfrazado de bondad, pero seré yo, y lo sabrás porque te haré sufrir hasta que me veas, me mires y me acaricies. Soy vos, soy tu demonio, soy tu otra cara, no reniegues de mí. Sólo tenés que alumbrarme para verme mejor y así transformarme, recrearme.
No te equivoques, no me escondas, soy tu fuerza si te animás a verme sin juzgarme; soy tu motor si te atrevés a mirame a los ojos sin asustarte ni odiarte.
Aceptáme y aceptáte, no te juzgues, no te hieras, no te justifiques, ahora que lograste verme, salváme y salvate, transfromáme en Luz.
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