noviembre 13, 2014
Me envuelven los vientos del no-tiempo y me transportan a parajes vacíos, despojados de todo concepto, de toda etiqueta, donde habita el desapego, el desarraigo, donde tan solo soy.
En ese espacio tan lleno de vacío me encuentro nuevamente con mi eterno Ser, el que parece flotar, volar por la eternidad.
Y cuando vuelvo, sé que existo, sé que soy parte del universo, de las galaxias, sé que soy yo y soy vos, sé que nunca me fui y nunca volví, sé que mi latir es el de la unidad, sé que me reencontré con la totalidad. Sé que Soy, tan solo Soy.
Sabiendo esto, se acaban los miedos, se termina la angustia, y juego, y río, y me divierto y canto y bailo, porque al ver la ilusión la entiendo, y comprendo que la vida es puro gozo y pasión.
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