domingo, 23 de marzo de 2014

La eterna rueda

julio 19, 2013

    Cuando creo que lo tengo, se me escurre entre las manos; si pienso que ya sé todo, me veo en la más profunda ignorancia. SÓLO SÉ QUE NO SÉ NADA. Veo la nada, que es igual al todo, pero vacía. Veo el vacío, que me atrae y lo quiero llenar. Y así empieza otra rueda más, hasta que se completa, se llena, se hace el todo. Y cuando creo que tengo el todo, la rueda empieza a deshacerse hasta llegar a la nada, que es el todo. Y vuelvo a empezar.

    Infinitos mundos, sé que están ahí. Es por eso que veo la nada sin ansias ni añoranzas porque todo está ahí. Sólo tengo que estirar mis manos, echar al letargo, recibir la fuerza y volver a empezar.

    Eternidad de existir, infinitas experiencias, todas distintas y sin embargo iguales. El todo y la nada, el conocimiento y la ignorancia, el ir y el venir, lo lleno y lo vacío. Eternos opuestos iguales. Experimentar uno para llegar al otro. Y así por la eternidad de la existencia.

    Somos la manifestación. ¡Qué gran tarea si es realizada con férrea voluntad y perseverancia! La energía la da la propia vida. Nuestros pensamientos serán nuestra guía. Con ellos nos crearemos y seremos a su imagen y semejanza. Que sean de calidad. Así la experiencia también lo será. A pensamientos elevados, manifestaciones elevadas.

    Perdonar, agradecer, amar, no resistir, que es aceptar. Aceptar la imperfección y así poder ver la perfección. Todo es perfecto, aún la imperfección, por algo se manifiesta así. El todo y la nada, el eterno devenir. De todo se aprende, todo es por algo. Cuidemos nuestros pensamientos, que serán la causa del futuro efecto.

    La experiencia humana, infinita y eterna. ¡Magnífica tarea! Vivir la vida sin límites. Comienzo-fin-comienzo-fin=eternidad.

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