lunes, 28 de abril de 2014

El Cristo, el Buda...

mayo 21, 2013

    - ¿Quién sos?
    - Soy el Cristo, el Buda, el nombre no tiene importancia. Soy la más elevada expresión del espíritu.
    - ¿Porqué te presentás ante mí? Te veo, te siento muy seguido.



    - Porque vos me buscás, vos me estás llamando. Y yo respondo. Recordá siempre que espíritu y materia están siempre juntos para que el Ser esté en armonía. Los dos son importantes de igual manera para la evolución del Ser, que es lo que vos estás buscando. Descuidando uno, se descuida el otro. Un cuerpo al que se le brindan alimentos de calidad, el descanso y los cuidados necesarios se refleja en un espíritu límpido. A la vez, un espíritu cultivado, se eleva y se refleja en un cuerpo que irradia luz. Esto se transmite a otros sin necesidad de hablar. Sólo con la presencia.

    Para la evolución de tu ser, que es lo que estás buscando, no descuides ninguno de los dos. Y como todo es una unidad, otros seres se verán reflejados en tu ser y lograrán también evolucionar.

    Recordá también que nunca te tuerzan ni dobleguen. Respetá tu íntimo Ser, que es tu Guía, es quien te indica hacia dónde ir y qué decisiones tomar, cómo hacer las cosas, que siempre serán de calidad, para evolucionar. Nunca cedas sólo para quedar bien con otros, por el ''qué dirán''; siempre sé fiel y leal a tus instintos, sin terquedad, sin obstinación, siempre en armonía.

    Respetá también a los otros seres, no interfiriendo jamás en su evolución, a menos que alguien te lo pida porque quiere ver con los ojos de la Verdad. Cada uno está en este mundo para algo, y es importante que cumplan con ese motivo. 

    Es por eso que tenés que diferenciar cuándo ayudar. Eso lo lograrás si no te sentís superior a otros. De esa manera sabrás ver. Nadie es inferior o superior a otros. Todos estamos aquí para evolucionar. Todos aprendemos de otros. Es por eso que no debemos juzgar. Al juzgar, te estás juzgando a vos misma ya que sos una con el todo. Al haber distintos niveles de evolución, hay que respetar las escalas del otro, sin juzgar. Cada uno está e su nivel por algo. Siempre respetar, nunca interferir. Moverse con humildad y respeto.

    Volviendo al tema del espíritu y la materia, el espíritu necesita expresarse y lo hace a través del cuerpo, que es quien manifiesta, quien experimenta. 

    No hay que descuidar los diarios quehaceres, pero ellos deben ser de calidad, para elevar al Ser. Siempre buscá estar presente en todo lo que emprendas, atenta, alerta, con todo tu espíritu compenetrado en lo que hagas. Siempre con ganas, con ímpetu, con pasión, en armonía, dejando atrás locos ideales de ilusión. Estando presente sabrás decidir y ver con claridad, sin equivocarte, siempre en comunión con tu íntimo Ser. El Cristo está en tu interior. Buscálo ahí.

- Gracias por tus reflexiones. Hasta siempre.

- Hasta siempre criatura. Paz y Fe. Lo que ves es real, es intangible pero real. Ya nos volveremos a comunicar. Tené el canal abierto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario