martes, 7 de enero de 2014

Mi amorosa despedida al universo que quedó atrás después del despertar

septiembre 15, 2012     4:15 am

    Amo el universo que quedó atrás, ese universo lleno de pasiones desbordadas, ideas incomprensibles, temores infundados, tristezas inconcebibles. Amo el universo que quedó atrás, lo atesoro como a un recuerdo, como a la niñez, como al aprendizaje inicial de tantos mundos más.

    En este nuevo universo no se habla, se siente, en este nuevo universo no se camina, se flota. Las alas que tímidamente aparecieron, lentamente se extienden para trasladarme a otros lugares, sensaciones, paraísos. Se palpita, se susurra, se enciende en luces de colores. La luz es fuerte, brillante, a veces incandescente.

    Me pregunto cuántos universos más habrá. Los que yo quiera, los que yo imagine, los que yo atrape, los que yo invente, siempre con pasión, siempre mirando hacia adelante, nunca hacia atrás. 

    El recuerdo del universo anterior es de amor, de agradecimiento, de reconocimiento del aprendizaje que me llevó a este nuevo mundo. Gracias Vida, por haberme mostrado, guiado. Perdón Vida, por no haber visto antes, por no haber oído antes, por no haberte prestado atención cuando todo el tiempo estabas ahí mostrándome el camino. Gracias por haber insistido, por no haber desistido, por no haberme abandonado, porque gracias a tu persistencia paciente logré volar sobre el abismo y no caí, lo vi desde arriba, me trasladé al nuevo mundo con mis alas cada vez más grandes y extensas.

    Dejé atrás el abismo, lo dejo ir sin rencor, con amor por todo lo que me enseñó. Gracias Vida, gracias Dios, gracias infinito, gracias niñez. ¡Cuánto aprendí! Si miro atrás es con cariño, con comprensión, como se le tiene a un niño que empieza a vivir. Y miro hacia adelante a la espera de todos los nuevos mundos por los que transitaré. Todos ellos flotan ya delante de mis ojos como globos traslúcidos en un espacio que los sostiene. Espérenme que allá voy con mis alas y mi corazón ardiente y lleno de Luz. El camino recién empieza, los paisajes son muchos y distintos, todos tienen su encanto, todos son bienvenidos.

    Esta es mi amorosa despedida al viejo mundo y mi expectante bienvenida al nuevo, ¡no! a los nuevos infinitos universos que me aguardan. Allá voy. Acá estoy. Todavía no los conozco, y aún así ya los vi a todos, ya estuve en todos.



    

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