miércoles, 1 de enero de 2014

Plegaria por la Verdad



junio 4, 2013

    Dios, dame la sabiduría para encontrar la Verdad eterna entre las tinieblas de este mundo. Ayúdame a diferenciar la mentira de la verdad, a aniquilar con mi espada el miedo, la ira, 
el odio, el rencor, la culpa, el temor, y transformarlos en Amor. Dame la fuerza y la valentía para poder ver mis propias debilidades y ayúdame a encontrar la luz para iluminar mi conciencia. Dame una voluntad férrea para no flaquear en mis intentos. Y que en mis momentos de duda vuelva la luz a mi discernimiento. Que mi ego sea fuerte para poder funcionar en las cosas mundanas y temporales, pero que pueda yo trascenderlo cuando de verdades eternas se trata.


    Que yo pueda ver siempre el ser de luz que hay detrás de las máscaras y los juegos de mis hermanos, y sentir la unidad con todos los seres del Universo. Que pueda yo mantener mi amor aún viendo el miedo en el otro y transformar 
con mi amor el miedo del otro en amor también.

    Quiero ser siempre un mago de luz que logre transformar con mi espada todo lo que cruce mi camino. Que este mago separe en dos con su espada la verdad de la mentira, la luz de las tinieblas, el amor del odio, lo auténtico de lo falso, y transforme el mal en bien.


    Que esta plegaria viaje por todo el planeta y llegue a todos los seres que tengan ansias de encontrar a Dios en su interior.


    Dios, dame la sabiduría para encontrarte dentro mío, para poder siempre agradecer estar viva, aceptar la vida como se presenta y ver el ser eterno que hay detrás de las máscaras de todos nosotros, seres que transitamos la tierra. Que haya luz, que haya paz, que haya unidad. 


    Que podamos ver a través, que no nos engañen las formas, los cuerpos, pues detrás de ellos hay seres de luz. Dios, dame la facultad de ver más allá de la materia, déjame ver la intangible luz en los ojos de mis hermanos, la luz de su alma más allá de cualquier debilidad humana, y así aceptar al otro tal cual es. Déjame ver la divinidad, tu divinidad, en el otro y que el otro la vea en mí.

    Que así sea. Gracias por concederlo.


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