lunes, 6 de enero de 2014

A la mujer

    
noviembre 9, 2013


    A la culpa por no seguir el mandato, mirála a la cara, enfrentála, y, finalmente, decíle que no. El único mandato que existe y es real, es el de tu propio corazón. Todo lo demás es un invento para sojuzgarte, para vencerte sutilmente, queriendo controlar tu sentir. Te quiere atraer para luego atraparte en una cárcel, de oro, pero cárcel al fin.

    Decíle que no al mandato tirano y te crecerán alas de libertad. Dejáte llevar por la brisa serena de esa libertad. Para lograrlo, hay que mirar muy adentro con los ojos del alma, con los del corazón. Y cada vez que la estúpida sensiblería asome su cara, decíle que no, que vos ya elegiste andar por la vida luchando sólo por la libertad. Vos sola podés, siempre con afecto y con mucho amor, pero podés.

    Seguí tu camino, alma inquieta, viajá por la vida volando muy alto; allí donde veas águilas, tormentas y truenos, es ahí donde debés ir. Los dulces y los pasatiempos no son para vos. Seguí tu camino siempre con amor, andálo, vivílo, sentílo, vibrá con él. Se te cruzarán mil impedimentos; vencélos, cortálos al medio con tu espada de luz. Nunca olvides que sos un guerrero de luz, que llevás la espada siempre con vos para que cuando la oscuridad y las tinieblas te quieran vencer, deshagas su hechizo con fuerza y valor.

    Naciste mujer, pero tu centro es el de un guerrero de paz y de luz que transmuta los oscuros mandatos de la sociedad en águilas plateadas de libertad.




    ¡Oh. mujer, dulce mujer! Corré con el viento, dejáte llevar, mostrá que sos fuerte, que todo lo pódés. Soltá tu melena, naciste perfecta, todo está bien así como sos. Amá tu ser, tu íntimo ser que es de luz, de paz y de amor. Y si alguien te quiere juzgar y someter por ser como sos, mostrále tus dientes, sacále tus garras, que vean que no sos débil. Que vean que hay un tigre y un águila detrás de tu apacible imagen de mujer.

-._.-._._.-._.-._.-._.-._.-._.-._.-._.-._.-._.-._.-._.-._.-._.-._.-._.-._.-._.-


    ¡Hermosa mujer! Tu misión en la vida no es seducir y dejarte seducir como te hicieron creer, estar bella e impecable bajo las normas de la moda vigente, ser buena madre, buena esposa, buena hija, etc., etc., etc.  Tu misión en la vida, la tarea para la que fuiste creada es seducirte a vos misma, quererte, amarte, abrazarte, sentirte, ser quien sos, ser lo que sos, sin estar expectante de opiniones y mandatos ajenos a tu corazón. Tu misión es ser y dar lo máximo siguiendo a tu corazón, a tu más íntimo sentir. Sólo así serás feliz y te sentirás plena.

    No creas en nada sin antes haberlo sentido y aceptado con todo tu ser. El conocimiento y la verdad te harán libre. Conocéte a vos misma y vé la verdad que se oculta tras las máscaras y la ilusión. Sólo así serás feliz. Entonces, sólo entonces, podrás amarte, amar y ser amada.



     

2 comentarios:

  1. Muchas gracias Luisa por compartir tu despertar con todos los que no nos gusta está realidad, gracias por impregnar de fuerza a los espíritus de quienes encontramos en las letras un alojo para lo absurdo, gracias por existir.
    Att: Carolina

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tus palabras Carolina. Me alegra tanto que estas reflexiones te hayan tocado el corazón. Creo que por algo me llegaron, para pasarlas para darlas nuevamente al universo. En realidad Caro, esta realidad existe y tenemos que tratar de andar en ella compartiendo lo mejor que podamos sin quejarnos de ella, ya que si no le damos más poder. Existe, punto. Y lo absurdo, como vos decís, existe también, pero en la otra realidad que no es la nuestra. Lo vemos y lo dejamos ir, de esa manera pasa a través nuestro y no se queda alojado en nuestro interior. Así podemos seguir siendo los seres de luz que es para lo que vinimos a este planeta. No te olvides que nosotras decidimos venir para algo, así que, a no quejarse ahora. Yo siento y estoy segura que es para dar luz a la oscuridad, transformar la otra realidad en una mejor. Todo es por algo. Todo es perfecto así como es. Algo nos quiere enseñar, algo quiere que veamos.

      Eliminar