diciembre 16, 2013
Pensar, decir hacer. Debemos elegir nuestros pensamientos con extremo cuidado, porque ellos serán los resultados de nuestro porvenir. Pide y se te dará. Es por eso que hay que saber pedir. Nuestros pensamientos deben ser reflexivos y no seguir deseos y caprichos pasajeros.
Elegir los pensamientos, que sean de calidad. Aquello que pedimos es lo que tendremos. Viviremos mañana de acuerdo a lo que pensemos hoy. No imponer, no atropellar. Dejar que el flujo de la vida siga su curso. Saber esperar, no apresurar, no dormirse, saber cuándo actuar.
La vida es un constante aprendizaje que debe apuntar a la sabiduría. Hay momentos para la no acción y otros para la acción. Sólo la sabiduría nos permite distinguir cuándo aplicar uno u otro.
Dios, dame la sabiduría para reconocer y decidir qué es lo mejor para no interferir en el flujo normal de la vida, para que la vida siga su curso. Dame la sabiduría para saber cuándo intervenir, cuándo hablar y opinar para preservar la armonía, nunca para dividir y separar. Dame las armas para diferenciar las alocadas pasiones humanas del verdadero sentir de mi corazón, de ese sentir que trae calma y paz. Que sepa yo traer armonía y paz a este mundo sin desviarme de mis íntimos anhelos, los que me harán feliz. Gracias.
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