Viví todo intensamente

enero 28, 2014

    Viví todo intensamente, pero no te tomes nada en serio, al menos no tan en serio como para entrar en crisis si lo perdieras o si hubiera cambios inesperados en tu vida.

    Estáte preparada para lo inesperado, estáte siempre alerta y lista para recibir con aceptación y júbilo todo lo que la vida te trae, aunque ante el primer impacto sientas que es una desgracia.

    Todo es aparente, todo es relativo, todo es para que aprendas y crezcas. Lecciones que da la vida, estáte preparada para ellas. Aceptá y agradecé todo, absolutamente todo lo que te llega; por algo vino, lo importante es poder ver para qué y luego dar gracias por la enseñanza que te dejó. Todo es luz, sabé transmutar y ver la luz.

    Alejáte, tomá distancia y observá todo sin apego, con ecuanimidad. Así le darás su verdadero valor y tendrás paz. Todo es como es, aceptálo así. Al mismo tiempo viví todo intensamente, con gozo, con pasión. De este modo podrás vivir en este mundo sin que nada te afecte y podrás elevar tu espíritu y Ser quien Sos.

    Todo son formas, todo es un juego. Jugálo bien, con intensidad, pero sin apego, sin aferrarte a nada. Todo es temporal. Sólo tu Ser Es.

    Ve todo como lo que realmente es: juegos pasajeros que experimentás intensamente mientras estés vistiendo este traje terrenal. Sentí tu cuerpo, vibrá con él para así elevar tu espíritu. Es que cuerpo, mente y espíritu son uno. Los tres deben estar en equilibrio para que estés en paz. Dejá fluir sintiendo intensamente, como hacen las hojas en una tormenta.