lunes, 3 de febrero de 2014

Se asemejan al sabio

enero 28, 2013

    Inmensas montañas hechas de luminosos minerales, internamente incandescentes, por fuera pétreas esculturas en apariencia estáticas y sin vida. Se asemejan al sabio, quien por fuera se muestra imperturbable e inexpresivo, pero lleva en su interior la eterna llama que, a su paso, todo lo ilumina y lo transforma.

    Yo puedo ver sus pirámides internas que emiten rayos fulgurantes, que emanan aromas, que se funden en el éter y que pasan invisibles delante de nuestros ojos. Yo las siento, yo las veo, y las palpo, y las degusto y las oigo y se meten en mi ser atravesando mi piel. Y me hago una con su luz, y con el universo entero, una con Dios. Y en ese precioso y sublime instante, soy, humilde y grandiosamente... Dios!

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